El minimalismo es una tendencia de la arquitectura caracterizada por la extrema simplicidad de sus formas que surgió en Nueva York a finales de los años sesenta. Su principio fundacional es contundente: “menos es más”.
El minimalismo le da gran importancia al espacio y centra su atención en las formas puras y simples. Otro de los aspectos que definen esta corriente es su tendencia a la monocromía absoluta en los suelos, techos y paredes porque al final son los accesorios los que le dan un toque de color al espacio.