Antiguamente se la conocía como la Ermita de Sant Marc, pero desde hace unos años una excelente reforma le ha dado una nueva oportunidad: convertirse en un hogar singular en un rincón idílico de la Costa Brava. Increíble, ¿verdad?
Antiguamente se la conocía como la Ermita de Sant Marc, pero desde hace unos años una excelente reforma le ha dado una nueva oportunidad: convertirse en un hogar singular en un rincón idílico de la Costa Brava. Increíble, ¿verdad?