Esta obra de arte, situada en pleno corazón de Ciutat Vella, nació a finales de la época medieval con la expansión comercial de la ciudad condal. Una mansión que explica la historia de la vieja Barcelona y que hoy se convierte en una de las residencias más antiguas y de las pocas que conserva con devoción sus detalles originarios.
La renovación del distrito de Ciutat Vella, la revalorización de los espacios urbanos, el renacer del sector inmobiliario, y el carácter singular son sólo algunos de los motivos que han conducido una minuciosa rehabilitación de este palacete. Su recuperación ha sido llevada a cabo con rigurosidad y respetando los detalles originales del edificio pero sin descuidar el espíritu de la modernidad vinculado al confort y la calidez de los materiales. De este modo, y gracias a su riqueza ostentosa, esta mansión señorial se transforma en un ícono del lujo y el arte.
Sus nuevos propietarios no pudieron resistirse a este palacete con carácter de dúplex. Lo ambientaron con exquisito diseño contemporáneo donde destaca la visión de la artista Sonia Bermúdez que, con su pintura y estilo, transformó este extraordinario hogar en una simbiosis perfecta entre historia, raíces, arte, filosofía y arquitectura. Según sus comentarios: “el dúplex desprende una energía intensa debido a la antigüedad de su historia, muros y los recuerdos de las tantas personas que han nacido y vivido aquí. Aunque lo que destacamos es, sin duda, la tranquilidad y la paz absoluta que se respira”.
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